Fertirrigación en invernaderos
La fertirrigación es el proceso de echar fertilizante y agua a las plantas a través de un sistema de riego. Es una forma precisa y eficiente de suministrar nutrientes a las plantas, y puede ayudar a mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos. Descubramos el poder de la fertirrigación para maximizar el potencial de las plantas en entornos controlados a la vez que superamos los desafíos de los nutrientes.
Controlador de nutrientes preciso y eficiente para su invernadero
Confíen en el controlador de climatización ecológico de Munters para la automatización y el control de sus sistemas de fertirrigación. Pueden establecer y mantener concentraciones específicas de fertilizante y programas de riego, lo que garantiza que sus plantas siempre reciban los nutrientes que necesitan, cuando los necesitan.
El controlador también utiliza sensores para supervisar la temperatura, la humedad y los niveles de humedad del suelo en el invernadero. El sistema de control puede ajustar el programa de fertirrigación utilizando los datos del sensor. Por ejemplo, si el nivel de humedad del suelo es demasiado alto, el controlador reduce automáticamente la cantidad de agua utilizada.
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Estrategias para reducir el desperdicio de fertilizante
Aplicar fertilizante solo cuando es necesario permite a los agricultores ahorrar y reducir su impacto medioambiental. El uso del controlador también permite a los agricultores implementar estrategias avanzadas de fertirrigación:
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La fertirrigación de tasa variable utiliza sensores para supervisar los niveles de nutrientes del suelo y ajustar la tasa de aplicación de fertilizante en consecuencia. De este modo, se garantiza que las plantas reciben siempre la cantidad óptima de nutrientes y, al mismo tiempo, se minimiza el desperdicio de fertilizante.
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El control del pH mediante el controlador permite supervisar y controlar los valores de pH del agua del riego. Esto ayuda a garantizar que los nutrientes estén disponibles en una forma que las plantas puedan absorber fácilmente.
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La inyección de nutrientes controla con precisión los nutrientes dosificados directamente en el agua del riego, una forma precisa y eficiente de favorecer el crecimiento de las plantas.
Combinación de fertirrigación y climatización
La fertirrigación y la climatización están estrechamente conectadas. Por ejemplo, la temperatura y la humedad del invernadero pueden afectar a la absorción de nutrientes por parte de las plantas. Del mismo modo, los niveles de nutrientes en el agua del riego pueden afectar a la capacidad de una planta para soportar el estrés.
Al gestionar minuciosamente la fertirrigación y la climatización, los agricultores pueden optimizar el entorno de crecimiento de sus plantas. ¿El resultado final? Un mayor rendimiento, una mejor calidad y una reducción de las pérdidas de los cultivos. Además, pueden prolongar la temporada de cultivo, reducir los costes energéticos e introducir prácticas más sostenibles en sus invernaderos.
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Soluciones específicas para cultivos
Las técnicas de fertirrigación tienen la increíble capacidad de satisfacer las distintas necesidades de nutrientes de varios cultivos. Esta adaptabilidad es la base del éxito del cultivo en invernaderos.
Por ejemplo, un cultivo de plantas con hojas verdes puede requerir una mayor proporción de nitrógeno y fósforo, mientras que las plantas con flor, como las rosas, necesitan niveles elevados de potasio. Un cultivo hortícola, como el tomate, se beneficia de combinaciones específicas de nutrientes durante sus fases de floración y frutificación, para lograr frutos tersos y sabrosos. Al adaptar la mezcla de nutrientes a los requisitos de cada cultivo, las plantas reciben lo que necesitan para crecer y desarrollarse de forma óptima.
Observaciones sobre la fase de crecimiento
A medida que las plantas atraviesan diferentes etapas de crecimiento, sus demandas nutricionales cambian significativamente. Esto provoca la necesidad de realizar pequeños ajustes en las proporciones de nutrientes y las aplicaciones.
Durante las primeras etapas, las plantas necesitan un impulso con nutrientes para un fuerte desarrollo de las raíces y los brotes. Cuando pasan al crecimiento vegetativo, unas proporciones más altas de nitrógeno alimentan las frondosas hojas.
Por último, cuando entran en las fases de floración y frutificación, un cambio hacia niveles más altos de fósforo y potasio favorece la producción de flores y unos frutos robustos.
La capacidad de respuesta de la fertirrigación permite a los agricultores adaptar el suministro de nutrientes con precisión, adaptándose a los requisitos de cada etapa de crecimiento.